Una critica práctica de lo mucho que sucede hoy, en algunas iglesias y organizaciones cristianas, frente al manejo de los recursos financieros y materiales. “Cuando se prefiere y estimula la corrupción”
“No somos iguales en muchas cosas, esto no nos hace mejores, pero sí diferentes
Este ha sido uno de mis discursos más frecuentados cada vez que debo hablar de nuestra misión como iglesia, o cuando me invitan a compartir de nuestras iniciativas de negocios como generadores de ingresos para financiar mucho de nuestra misión.
Nuestra organización tiene un valor que es innegociable, con el cual abanderamos todo cuanto hacemos. Él nos permite defender nuestra identidad cristiana, como también poder estar a derecho ante el gobierno costarricense.
Pero, en los últimos tiempos, he enfrentado, tanto en lo local como en el mundo cibernético, algo que me tiene realmente preocupado y triste, existen muchas personas que no les gusta, no pueden asimilar lo que es honesto, transparente y todo aquello que es con enfoque de transformación social, lo invisibilizan o desacreditan con su indiferencia. Permítame argumentar un poco más ampliando el tema.
—“Venimos a informar que gracias a Dios pudimos donar un automóvil, también, pudimos comprar alimentos para 10 familias, pero recuerden que esta iglesia urge de su apoyo financiero para poder seguir ayudando” —.
Conclusión de algunos: —“¡Qué raro!, ¿Cómo dicen no tener dinero, si regalan carros y dan de comer a las familias?” —.
—“Hoy queremos darles cuentas de los ingresos y egresos con los saldos en caja, tenemos, diez millones (equivalente a veinte mil dólares) guardados para alguna emergencia” —. Reacciones, —“¿Para qué vamos a dar, si tienen todo ese dinero en cuentas bancarias?” —.
— “Iglesia, este fin de semana, fue sorprendente, recogimos un millón de colones, ¡gloria a Dios!” —. Algunos: —“¿la iglesia con un millón semanales?, ¡no!, ¿para qué vamos a dar?”
—“Hermanos estoy feliz de que Dios usó a alguien para que yo pudiera cambiar el carro, fue un milagro totalmente, todo lo anterior puedo demostrarlo contablemente—. Reacción: —“¡Jamás! Eso no sucede, nadie regala a nadie, de seguro son los diezmos de la iglesia, por eso mejor no damos”.
Estos son únicamente algunos ejemplos que se viven en muchas iglesias como la nuestra, que practicamos la transparencia, pero las reacciones hacen que muchos decidan ocultar los movimientos financieros, para que nadie, entre en esos cuestionamientos.
Y, las reacciones de las personas ante lo honesto y transparente son hostiles, porque en lugar de celebrar, de sentirse a gusto con una iglesia que es sana, celebrar que sus finanzas son administradas con integridad, cuestionan, murmuran y cierran su generosidad. Como también, les falta gratitud por mirar el respaldo milagroso de Dios para la visión de la iglesia.
“Pastor Roy, yo en todos mis años de ministerio decidí darle a la gente solo noticias financieras de lo malo que estamos, nunca les digo nada de lo que tenemos, o damos, es mejor no darles esa información porque sino, se vuelven tacaños, en mi iglesia clasificamos la información”. Me argumentó un Pastor que me pidió una consultoría organizacional.
Conozco otras iglesias donde los informes son livianos, no profundizan en sus movimientos, ni mucho menos reflejan sus ingresos reales o sus saldos, porque si lo hacen, la gente abandona el dar.
Sé de mega iglesias que ayudan a los más necesitados, buscando organizaciones o iglesias de otros países, para no tocar sus ingresos, y, de esa manera, justifican movimientos económicos oscuros, todo por temor a la reacción de la gente.
Todo esto, propicia información financiera maquillada, movimientos económicos unilaterales de una sola persona, controles extremos en círculos de confianza para que la información no salga y, por supuesto, la corrupción financiera o de bienes sobre los cuales pastores han caído. No pudieron sostenerse ante la incapacidad de la gente por lo correcto y sucumbieron en darle a la gente lo que querían: engaño y maquíllajes financiero.
Sé que esta transparencia financiera genera que muchos decidan no dar, hacen de las críticas y cuestionamientos su bandera para cerrarse ante las necesidades de la iglesia.
Claro está, todas estas personas que se escandalizan, cuestionan y casi que de manera directa inspiran a lo corrupto, son el fruto de los vergonzosos ejemplos que muchos lideres religiosos han dado, y al mirar algo que se sale del protocolo de malversaciones, contabilidades paralelas y engaños financieros, sencillamente no pueden creerlo y reaccionan desde los frentes anteriormente mencionados. “No damos porque esa Iglesia tiene dinero“.
Propongo, que quienes creemos en estos valores de rendír cuentas y ser íntegros con los recursos financiero, lo sigamos haciendo, que no permitamos que ese estímulo de tapar, cubrir, maquillar y engañar nos alcance, apelo porque sigamos siendo dignos comunicadores de las verdades financieras y de bienes de la iglesia.
Quienes el evangelio no les ha transformado su avaricia, siempre encontrarán una forma de salirse de todo lo que les toque su dios-dinero. No permitas que este sistema de impulsos hacia lo que no es honesto haga de ti y de tu ministerio, una estadística más.
Pero, Dios siempre tiene su gente, son minoría que aman lo correcto, celebran las bendiciones que llegan a su iglesia, que respaldan la visión de una iglesia encarnada en la transformación de los más necesitados, respaldando plenamente todas las iniciativas de sus iglesias para generar recursos e invertirlos en la visión local, y que, al escuchar los informes financieros veraces, agradecen a Dios por su iglesia y por sus administradores.
Elevo mis oraciones para que tu transparencia financiera en tu Iglesia o ministerio traiga como consecuencia más y más recursos.
Decidamos no caer en esos tentáculos de corrupción, Dios honra lo que se hace con integridad.
Lucas 16:11: «Porque si en el manejo de las riquezas injustas ustedes no son confiables, ¿quién podrá confiarles lo verdadero?».
Definitivamnente que hay un gran problema en las iglesias con el tema dinero y sabes sería bueno que la gente sepa que enla biblia se habla mucho del manejo del dinero y sus derivados, se habla más de eso que de otros temas.