El diezmo y la ofrenda: Un modelo económico en cuidados intensivos, urgen otras propuestas.

El sistema de captación de fondos que, por años, las iglesias Evangélicas han desarrollado en las figuras de diezmos y ofrendas, está llegando a su colapso. Y no por falta de contenido bíblico, ya que la generosidad financiera es un efecto de la presencia de Dios en la vida de un discípulo del evangelio.

Creo fielmente en el principio del dar a Dios nuestra economía, en gratitud y obediencia.

Las razones son varias: La pérdida de transparencia financiera, el enriquecimiento ilícito por parte de caudillos,enfoques bíblicos tergiversados que deslegitiman el dar, las situaciones económicas que cada día empobrecen más, la indiferencia ante la necesidad del otro, entre otras razones.

Ahora bien, con base en este planteamiento, cada día se hace más necesario que las Iglesias y denominaciones se abran a conocer otros modelos, para que estos sean integrados con urgencia en todas las congregacionesposibles, de lo contrario, la carencia de recursos traerá más cierres de comunidades de fe y más desempleo en la pastoral.

     Lamentablemente las Iglesias con membresías pequeñasson las que están sufriendo más esta situación; mientras que las mega y grandes Iglesias son las que tienen menos problemas financieros.

De allí la importancia de proponer soluciones, no desde los esquemas gestados desde especialidades numéricas de las mega-iglesias, ya que en América latina el 95% de las comunidades cristianas son pobres económicamente hablando, sino desde las experiencias y aprendizajes de las Iglesias chicas en comunidades rurales, que han podido desarrollar sostenibilidad desde sus propias limitaciones y oportunidades.

      Poco provechoso resulta recibir cursos magistrales de economía para las Iglesias, si estos dependen de la misma fuente tradicional de recursos, diezmos y ofrendas. Podemos diseminar extraordinarios talleres y convertir a la pastoral o facilitadores administrativos en expertos, pero estos ingresos siguen siendo generados bajos los mismos estándares. Por lo tanto, es hora de hablar de otros modelos.  

Siendo lo anterior un insumo tan revelador, propongo diseñar propuestas económicas desde lo local, con esencia autóctona y orgánicamente creadas con originalidad.

Por efecto de la caída cósmica citada en Génesis 3, la economía es un área que debe ser redimida y restaurada desde el evangelio, por lo que diseñar un modelo centrado en el evangelio es posible.

Les presento uno de ellos:

• Emprendimientos económicos con énfasis en la transformación social y auto sostenibilidad eclesialque propicien:

1. Empleo en justicia laboral, con todas las garantías sociales-laborales.

2. Armonía con el medio ambiente, que todo cuanto se haga y produzca sea en respeto a los ecosistemas.

3. Innovación: no se trata de venir a repetir modelos siempre, pero en cuanto se puedan diseñar sistemas de producción, que sean novedosos.

4. Trazabilidad saludable: que exista una información en estado tiempo real de todos los procesos en el antes, durante y después de los productos acomercializar. Un código QR puede ayudar coneste fin, a través del cual el consumidor puede informarse de la trazabilidad del producto, inclusive generar un vínculo con el productor.

5. Re- Inversiones o utilidades:

▪ Operatividad de la Iglesia.

▪ En los más necesitados.

6. Socialización: que todas las conexiones, insumos, experiencias y aprendizajes sean socializados con aquellos que lo requieran.

Esta propuesta ha sido una generadora de recursos para la Comunidad Cristiana Shalom por 18 años, durante los cuales hemos desarrollado todos los aspectos arriba citados. Para efectos legales, funcionamos bajo una figura mercantil, Consorcio Corporativos CCS Fraijanes, con nueve negocios. Esta figura debe hacer todas las declaraciones y cumplir con todas las responsabilidades como toda entidad empresarial.

Y en estos tiempos de pandemia, el Consorcio ha sido una fuente de recursos de vital importancia para la operatividad de Shalom, la cual no ha dejado de ayudar, dar y servir. No hemos despedido a nadie por razones de la pandemia, todos los salarios han podido cubrirse, gracias a un modelo de generación de recursos contextuales que toda la membresía de la Iglesia respalda como una expresión misional más.

¿Cómo hacerlo?

1. Enseñe bíblicamente los efectos del evangelio en todo lo que la caída afectó, con énfasis en la economía injusta, discriminadora y destructiva del medio ambiente.

2. Lea el contexto comercial de la zona donde vives.

3. Haga un estudio de mercadeo.

4. Defina algunos posibles negocios y desarrolle un estudio de factibilidad.

5. Involucre a la membresía.

6. Una vez definidos su negocio, reclute los voluntarios y posibles colaboradores.

7. Desarrolle el plan de negocios.

Somos consultores de esta propuesta de manera gratuita, por si desea implementarlos en tu zona o país.

Una idea funcional puede ser la bi-ocupacionalidad del Pastor, para que no dependa financieramente siempre de la Iglesia, aunque creo que esta puede trascender en una dinámica integral de transformación comunitaria, mediante la labor del Pastor a tiempo completo, junto con otros colaboradores. Pero esto debe darse de forma progresiva.

En resumen, es urgente desarrollar otras fuentes de ingresos paralelas a las tradicionales, que deben ser fortalecidas desde una formación bíblica, y no desde la manipulación.

Pastores, debemos abandonar esos triunfalismos de creer que Dios está en la obligación de proveer para nuestras economías, mientras nos sentamos con la Biblia en mano a esperar. No, son veinticinco años mirando el respaldo extraordinario de Dios, pero este ha sido provocado por dos matrices: Una saludable administración financiera y emprendimientos comerciales.

A partir de esta tesis, traigo a colación al Apóstol Pablo quien, en el Libro de Hechos 18, habla de su trabajo en la elaboración de tiendas de campaña, y cómo con estosrecursos financiaba parte de su labor ministerial.

​ Es necesario hacer una hermenéutica bíblica de la parábola de los talentos (Mateo 25,14-30), que en lo absoluto tiene que ver con dones y carismas ministeriales, talentos se refiere al dinero. No traeré una clase al respecto, pero sí hago énfasis en los protagonistas del que recibió uno y del que recibió cinco. Todas las iglesias han recibido talentos, en diferentes cuantías, el arte está en saber usarlos para multiplicarlos.

Tristemente, quien no administra lo que tiene, y no se arriesga por miedo, lo que tiene se le quita, para llegar a ser un activo del que efectivamente administró.

Finalmente, le he planteado todo lo anterior desde mi propia experiencia, viajando por América Latina, movilizando ayudas de todo tipo a Iglesias pequeñas y de pocos recursos, y al mirar la caída de los ingresos a causa de las razones descritas al inicio, urge crear modelos de generación de recursos, de lo contrario, las consecuencias negativas seguirán una tras otra.