¿Porqué, si tienen tanto poder para, atar, desatar, declarar, decretar y romper maldiciones generacionales, no dejan las tarimas evangélicas y se van a los hospitales de VIH, de niños desahuciados, de enfermos terminales y les hacen el milagro?
¿Acaso esos milagros son de prepago y recibir ese poder está condicionado a ciertos lugares que gozan de una muy refinada tecnología y de un intencional uso de la ciencia de la música?
No sé si te sucede lo mismo cuando miras en las redes sociales o en algún canal Iberoamericano, los grandes espectáculos que se viven en iglesias, donde las palabras proféticas, de prosperidad, sanidades, abundan en el ambiente, con su música de fondo y un predicador con voz impostada mueve masas, y te sientes tan desafiado y hasta indignado de ver todos esos destellos de “gloria“ en esos lugares y en contraste sabes que un miembro de tu iglesia, familia o un vecino está muriendo porque ya la medicina hizo todo lo posible.
Yo cuestiono seriamente el porqué estos “ungidos de trajes de marca y finos peinados” son tan exclusivos, sus “dones sobrenaturales” únicamente pueden ser usados en lugares multitudinarios, donde su séquito de ayudantes les faciliten el “el mover del Espíritu” y sobre todo en las sillas VIP, donde ubicados al frente de la tarima o del “altar” están los ricos, suculentos prospectos de financiación ministerial para el “ungido”, quien con una palabra de expansión y de más prosperidad para sus negocios logrará una transacción a sus cuentas personales.
Extrañamente, yo nunca he mirado a estos señores dejar esos lugares para ir y llevar su unción, poder, sanidades, palabras proféticas, aceites ungidos, declaraciones y decretos, a los centros de cuidados paliativos, llegar a los barrios de extrema pobreza para traer riquezas, no les he visto nunca hacer los milagros que lucen en sus escenarios de fama, que saben usar para obtener miles de likes en sus páginas.
Qué lejos están del Jesús del pueblo, que una vez que leyó el libro donde hizo suyas las palabras del profeta Isaías 61 (Lucas 4:18), en lugar de quedarse en ese lugar de máxima honra, la cátedra de Salomón, desde donde sería famoso Rabino y habría logrado ser amigo de los poderosos, abandonó el lugar.
Y, desde ese día, caminó por plazas, mercados, sanando. No tenía jet privado o limosina para transportarse, un día pidió una barca prestada para ir al encuentro de un hombre, que era el terror de toda la zona, residente del cementerio, que caminaba desnudo.
Al encontrarlo lo liberó y este vecino de Gadara, región de Decapolis, tierra de gentiles, fue un testimonio público del poder de Dios, manifestado en una localidad lejos de la sinagoga.
Ese fue otro milagro, como la gran mayoría de Jesús, realizado en escenarios hostiles, controlados por la religión, la cultura, dominados por el imperio opresor.
Todos esos sitios fueron testigos del poder milagroso y compasivo del hijo de Dios, que decidió vaciarse entre el pueblo para, desde esa encarnación, gestar milagros y sembrar las semillas de un estilo de vida transformador.
Luego su seguidor, el primer pastor de la iglesia primitiva, Pedro, caminaba también por las calles, sanando y liberando cautivos, al punto que las personas sacaban a sus enfermos para que su sombra les tocara y recibieran el milagro. (Hechos 5:15)
Todo esto no ocurrió desde el templo o las sinagogas, ¡no! Sucedió desde las polvorientas avenidas de los pueblos y ciudades.
Definitivamente, no creo que estos magnates de esa seudo fe, dejen su confortable lugar de presentaciones masivas, ni mucho menos lo dejarán abandonando la gran posibilidad de alcanzar más popularidad y jugosos réditos, por venir a tu comunidad , a tocar a tus enfermos, a dar comida a tus hambrientos, a dar esperanza a los que no la tienen, a llorar con tus migrantes, a dar abrazos a tus hermanos de la calle.
En plena justicia y honra a muchos sirvientes del Reino de Dios, contundentemente sé, que no todos son/somos iguales.
No lo harán, pero tú sí puedes hacerlo, eres la única oportunidad que Dios tiene de mostrarles su amor y compasión.
Camina entre ellos, sin expectativas de milagros, tú eres el milagro para ellos, y, como siempre sucede, ellos terminarán siendo el milagro que tú necesitas.
Finalmente, más allá de los sentimientos que nos causan esos espectaculares shows, con toda su maquinaria mediática y manipuladora, no podemos permitirnos que eso nos paralice en lo que sí podemos hacer por los demás.
No serás famoso, no tendrás miles de “likes” en tus redes sociales y tampoco serás invitado a grandes congresos, pero te lo aseguro, un día escucharás de labios de Jesús,
"—por cuanto lo hicieron a uno de mis pequeños, a mí lo hicieron, entren en el reino preparado para ustedes". (Mateo 25:40-46)
Sigamos a Jesús en su ejemplo de vida, renunció a todo lugar de honra, de poder y de fama, para ir a encontrarse con mujeres marginadas, lisiados abandonados y con enfermos desahuciados.
Tú eres la única oportunidad de Dios para mostrar su amor a alguien. Nosotros, seguiremos fervorosamente sirviendo a nuestra gente, desde los callejones enlodados por las pisadas de Jesús, en Fraijanes y muchas otras comunidades.
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