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Los evangélicos a la bolsa de basura, una perspectiva desde la esterilidad

- Hola mi nombre es Roy, represento a la iglesia evangélica de esta comunidad. La razón por la cual estoy aquí, es para ofrecer nuestros servicios y qué podemos hacer por esta comunidad.

No hubo respuestas, ni bienvenida, simplemente uno de los líderes de la comunidad que estaba presente, con una mirada fría me dice:

- ¿No ha visto la cantidad de basura que hay en la comunidad? deberían de empezar a recoger la basura del río y de las calles, una vez que la recojan toda, se pueden meter ustedes los evangélicos en las bolsas. ¡Ustedes son basura para nosotros!

Cabe resaltar que la comunidad de Fraijanes es o era la única comunidad que, durante 40 años no tuvo la presencia de una iglesia de orden evangélico. Solo existía únicamente la Iglesia Católica, todos los esfuerzos de evangelización que se realizaban desde las tiendas de los evangélicos eran repelidos y rechazados por la comunidad de fraijaneña, debido a la forma tan tradicional, irrespetuosa e irrelevante de cada uno de ellos.

Los esfuerzos de evangelización tradicional, eran lo que hasta el día de hoy se practica en muchos lugares. A los cuales me refiero respetuosamente; la repartición de tratados, campañas evangelistas, sus discursos o predicas eran y persisten en muchos lugares, una voz discriminatoria, condenatoria que carga al culpable aun mas.

Así que, en la forma en la que nosotros teníamos que interactuar con la comunidad no podía ser desde una evangelización tradicional, sino más bien desde acciones de servicio. La respuesta del líder de la comunidad, sé que en algún sentido puede que alguien la considere ofensiva. Ciertamente lo era, pero en mi caso decidí procesar y buscar el aspecto, la motivación de orden psicológico de interpretación de la perspectiva que este líder comunal tenía de la iglesia evangélica; efectivamente para llegar a la conclusión de que la Iglesia durante muchos años no había representado utilidad, si no que había centralizado su ser y hacer en los intereses del templo (salero), haciendo de 40 años una historia de esterilidad en ambientes de transformación social. No era para menos la interpretación de este líder comunal, lo que él me quería decir era que ellos consideraban a los evangélicos en su utilidad comunitaria como basura, no añadían valor a los intereses de la comunidad.

Salí de esa reunión con los líderes de Fraijanes sin decir una palabra, lleno de esperanza y perspectiva. A partir de ese día y hasta hoy, nosotros recogemos la basura de las calles, limpiamos los ríos, somos parte del embellecimiento comunitario que hacemos acompañados de otras fuerzas vivas del pueblo, por el bienestar de la comunidad.

No tuvimos que meternos en la bolsa de basura, lejos de eso intentamos responder a las demandas de la comunidad y hoy 22 años después seguimos haciéndolo.

Mi artículo no tiene que ver solamente con el protagonismo de una práctica de iglesia, lejos de eso tiene que ver con que reflexionemos en función de lo que las comunidades entienden que es la iglesia y los cristianos.

Hoy más que nunca el cuestionamiento, las críticas despectivas, la acusación y la discriminación etc. nos pone en una posición realmente relevante en la que debemos afirmar como es nuestro quehacer misional.

¿Qué valor agregamos a la vida de la comunidad las iglesias evangélicas? ¿somos realmente un referente de integración y diálogo? ¿somos un punto de encuentro donde las autoridades de la comunidad y el vecindario, encuentran un lugar para crecer, servir y desarrollarse?

Si en Fraijanes, o en alguna otra comunidad o ciudad está presente la iglesia evangélica o la católica y la comunidad fuese la llamada a decidir, entre cerrar las actividades de un local comercial sea cuál sea este o las actividades de una iglesia ¿por cuál cree usted que la comunidad se decidiría que permanezca?

En muchos barrios, comunidades y ciudades el vecindario optaría por cerrar las actividades de una iglesia; sé que mis palabras, mis letras son ofensivas, quizás son muy crudas, pero es que las iglesias cristianas lo único que hemos hecho durante años es hacer nuestras actividades culticas de orden litúrgico, dejando de lado la integración y nuestro trabajo fuera de las cuatro paredes.

Alguien puede leer este artículo y pensar ¿Qué tiene de malo hacer cultos? R/ no tienen nada de malo hacer cultos, el problema radica cuando hacemos del culto la única actividad de la iglesia y por ende nuestra identidad radica en liturgia

La iglesia no está presente en un barrio para ser cultos solamente, no está presente para llenar el ambiente de ruido, tampoco para ser simplemente el punto de encuentro de aquellos y aquellas que están de acuerdo con la teología bíblica de esa iglesia.

La iglesia es mucho más que una actividad cultica, ella es la llamada a ejercer su rol de trabajo en medio de toda la comunidad. Los cultos y la liturgia es una expresión más dentro del ser y hacer iglesia

En nuestro país la representación de las iglesias evangélicas, establece que somos alrededor de 3500- 4000 iglesias lo que significa, que todas juntas semanalmente tenemos alrededor de 8000 celebraciones, al mes 24,000 y al año superamos las 200,000 celebraciones y si a esto le sumamos diez o veinte años de existencia; nos da la ecuación un total de millones de reuniones culticas, las cuales han sido de edificación, ciertamente han ayudado al crecimiento de algunos, pero no han transformado socialmente, quedando un gran vacío y una gran pregunta ¿cambiará Costa Rica? ¿los barrios? ¿cambiarán las naciones, si la Iglesia continúa haciendo cultos? NO la sociedad no va a cambiar con una actividad cultica.

La sociedad va a cambiar cuando la iglesia decida ser la sal y la luz de la comunidad, cuando la iglesia se convierte en una herramienta de servicio y de desarrollo comunitario, cuando sea una herramienta en manos de las autoridades, del barrio, la comunidad y del país trayendo en sus manos servicio, justicia, amor y tolerancia.

Ahora, nuestro servicio como agentes de transformación no tiene que ver con una intencionalidad solapada y proselitista. La iglesia no debe servir o hacer trabajo comunitario porque quiere que todos estén metidos en su templo. No debe ser por proselitismo, manipulación o para coaccionar a la gente. Lo que hacemos y les damos es que, por nuestra naturaleza, somos llamados a servir, no podemos hacer evangelización solamente desde una perspectiva proselitista, nuestro trabajo es: “proclamar el mensaje de la salvación del reino de Dios a través del servicio del amor” y que cada persona de manera libre decida ser parte o no de nuestra iglesia.

El engaño y el triunfalismo nos ha llevado como bloque evangélico cristiano a pensar que auditorios llenos es sinónimo de éxito, parqueos llenos de carros es sinónimo de respaldo; todo lo contrario, a la perspectiva de Jesús los números no son importantes, de que sirven auditorios y parqueos llenos, si saliendo de la celebración los asistentes siguen siendo indiferentes ante la necesidad de su comunidad.

De nada sirve el culto, de nada sirve la adoración sin justicia social, para Dios la adoración sin amor al prójimo es abominación.

Finalmente volviendo a la respuesta de líder de la comunidad de Fraijanes, me pregunto ¿será acaso que la razón por la que algunos despectivamente llaman basura a la iglesia, es porque no agrega valor a la comunidad? ¿será que, usando la misma figura de la basura, un posible un reciclaje? ¿será posible que efectivamente la iglesia se convierta en una entidad de valor para la comunidad? ¿podremos cambiar la perspectiva de nuestros vecinos acerca de lo que somos y hacemos? ¿será acaso que podemos llevar a Jesús a las calles? o más bien ¿será acaso que el punto de encuentro con Jesús es en el barrio marginal o en barrio pobre donde viven los pecadores?

Todos los días me hago la pregunta aquí en mi comunidad, espero que, si mañana tuviera el pueblo que decidir, si cierra una cantina o cierran Shalom la comunidad decida que se cierre la cantina, porque esa deteriora la vida de la familia y que pemanezca Shalom, por ser una herramienta en la comunidad.

Espero que, si mañana llegan a tu barrio, comunidad o ciudad planteando la misma pregunta, la comunidad entera defienda los intereses de la iglesia porque esta supo diseñarse y organizarse para servir a los más necesitados, y que la comunidad a una voz diga -esa iglesia es un bien comunal-

Le animo a que deje sus comentarios, que piensa de este artículo. ¿Qué piensa evangélicos a la basura, la iglesia la basura? o podemos cambiar la perspectiva y la imagen.

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