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¡No más monopolios en la interpretación y exposición de las verdades bíblicas!

¿ Té gustaría participar activamente en la exposición y la interpretación bíblica en tú Iglesia?

¿ Estarías dispuesto a dejar de ser la única voz que trae el mensaje bíblico y permitir que otras voces lo hagan también ?

Como arrastramos un modelo de exposición de la palabra de Dios -predicar, dar homilías- importada del norte de nuestro continente y peor aún, ratificada por la oficialidad religiosa de muchos países del mundo;establecer un hábito de hermenéutica comunitaria ( interpretación de los textos sagrados en comunidad) es casi una misión imposible dada la institucionalidad de esta práctica.

Lo cual ha sido el ecosistema ideal para que las más perversas teologías se proliferen como moscas, como por ejemplo la “ teología de la prosperidad” y neo-Pentecostalismos.

¡Qué tal si dejamos el púlpito, el altar mayor y dialogamos las escrituras !, permitiendo que otras voces se sumen, trayendo su propio punto de vista; el del profesional, del agricultor, del residente de la calle, de quien se prostituye, incorporar la niñez, jóvenes, amas de casa, todos y todas.

☞ Escuchar a una prostituta hablar de la mujer que sería apedreada, por su pecado moral.

☞ ¿Que diría un niño de la calle, de la frase de Jesús, dejen que vengan a mí, de ellos es el reino de Dios?

☞ Que aportaría el pobre que es explotado, cuando Jesús les llama sus pequeños.

☞ El migrante, ante la demanda de Dios de ser hospedadores de ellos.

☞ El ex-pandillero, que señalaría del Jesús que dijo:si me conocen serán libres.

☞ La mujer golpeada frente a la instrucción bíblica de tratarlas a ellas con ternura.

☞ La joven adolescente violada por cinco agresores, ahora embarazada, frente a la escritura: Dios da y quita la vida.

☞ El indigente que diría, al escuchar el Padre Nuestro, “El pan de cada día, dánoslo hoy”.

☞ Cual sería las observaciones del desahuciado al leer “Yo soy Dios tu sanador”.

Esta riqueza de voces las hemos silenciado porque no queremos que alguien más contradiga nuestras posturas teológicas y muchas de ellas siendo deshumanizadas y sin relevancia contextual.

Gozaríamos de la más exquisita teología articulada, no desde la profesionalización sino desde la simplicidad de los caminantes, aún más enriquecedor, dejarían impresa su forma de interpretar a Jesús desde sus vivencias. Su jornada de vida.

¿ No es verdad que el cuerpo de Cristo todos pueden comerlo y masticarlo sin importar si tienen o no dentadura?

¿Cuánto se deleitaría en que su voz y aporte puedan ser escuchados a la hora de la presentación bíblica?

¿Consentiría una interpretación y aplicación de la escritura Comunitariamente; dejando de lado su rol único de expositor e interpretador bíblico?

Mi planteamiento en este artículo de una práctica comunitaria de leer, interpretar y dialogar las verdades biblicas del evangelio solo puede ser un don de la Gracia de Dios, concedido a una iglesia que se esfuerza intencionalmente en hacer de cada uno de sus miembros, discípulos de Jesús.

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